Y como podemos ayudar al cuerpo a compensarlo.
A partir de los 25 años empezamos a perder 1’5% de colágeno al año, pues el cuerpo empieza a envejecer, llegando a tener menos de la mitad llegados los 40. Esto conlleva la aparición de síntomas relacionados con el envejecimiento, como:
- Envejecimiento de la piel, perdida de firmeza y elasticidad. Aparece la flacidez y arrugas.
- Desgaste articular: dificultades de movilidad, inflamación y dolor.
- Pérdida masa ósea, debilidad capilar, dental y uñas.
- Debilidad vascular, aparición de varices.
En la menopausia, la suplementación con este nutriente puede jugar un papel importante para hacer frente a la pérdida de colágeno, que se produce como consecuencia de la disminución de los niveles hormonales, siendo una etapa con una mayor probabilidad de desarrollar artrosis y osteoporosis. Además, el colágeno forma parte de la matriz ósea que ayuda a fijar el calcio y el magnesio, permitiendo mejorar el estado de huesos y articulaciones.
Se podría considerar al colágeno como el cemento que mantiene unidas diferentes estructuras aportando sostén, elasticidad y resistencia.
Los complementos alimenticios a base de colágeno hidrolizado como Gelañox son una importante ayuda para la salud de la mujer en la perimenopausia y la menopausia. Una ingesta diaria de 10 gramos al día contribuye a reducir las molestias articulares que se producen durante esta etapa como efecto de los cambios hormonales. A partir de los 40 años, la toma de colágeno también puede ser adecuada para aquellas personas que desean mantener la flexibilidad de sus articulaciones y el bienestar de sus huesos, así como una piel tersa.